Parte IV · Crónicas del Campo de Trabajo de 2º BACH en Lituania
"Después de pasar una noche tranquila en la habitación de 20, o como nos gusta llamarla: hobbiton, fuimos a desayunar a la cafetería. Desde allí nos dirigimos cada una a su voluntariado correspondiente, en mi caso el Hospital de Kretinga. Al llegar nos esperaba Svetlana "la jefa" directora de auxiliares de enfermería y constantemente agobiada por no querer olvidar las palabras "hola" y "adiós". Una vez en la planta de geriatría, donde trabajamos, comenzamos nuestra ronda de visitas. Los pacientes ya comienzan a recordar los nombres y a saludarnos con alegría. Hemos pasado un buen rato aprendiendo los números en lituano y cantando canciones populares.
Tras el grito de "vistaguero" (adiós) nos disponíamos a irnos, cuando apareció nuestra paciente más graciosa junto con sus familiares porque ¡Le daban el alta! Y además, su hijo hablaba castellano.
Cuando salimos del hospital ayudamos a las voluntarias encargadas de las cenas que nos esperaban en el Lidl con maletas donde meter la compra.
Después de la comida hicimos la puesta en común diaria donde una de cada voluntariado cuenta la experiencia del día y las anécdotas diarias.
A las 6 comenzó la Misa en lituano que, con ayuda de la traducción de Don Borja, entendimos bastante más que el día anterior. Además pudimos participar de una manera especial, ya que el coro cantó varias canciones. Al finalizar la tarde tuvimos una sesión en la que nos explicaron, que hoy se recuerda el inicio de las deportaciones la noche del 14 de junio de 1940 y la huella que esta tragedia ha dejado en las familias".
Loreto Méndez