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Soy profesora en el siglo XXI y estoy cansada de…
Acaban las vacaciones estivales y , como todos los años, los medios de comunicación llenan sus páginas con artículos sobre educación: la aparición de episodios de ansiedad y angustia en los alumnos ante el comienzo de curso, el gasto medio de material escolar, el acoso… amén de los dedicados a la ineficacia de la nueva ley (que casi nadie ha leído), las reválidas y el tiempo que deben invertir los alumnos para hacer los deberes en casa, etc.
A este juicio mediático se añaden, en uso de la libertad de expresión, los comentarios sobre la profesión docente. Opiniones sin contrastar y en su mayoría cargadas de “típicos tópicos”, que a los profesores nos lastran durante toda nuestra vida.
Soy profesora en el siglo XXI y estoy cansada de oír cosas como un “si ya te sabes la materia, ¿qué tienes que trabajar?, es volver a contarla ¿no?”. Inmediatamente esta frase se traduce en ¿qué diferencia hay entre tú y un ordenador o una enciclopedia? y se abre un debate en el que todos pueden opinar. Estoy cansada… y por eso reclamo para mi profesión la misma prudencia y respeto que tenemos los docentes hacia cualquiera de las profesiones que nuestros alumnos pueden ejercer en un futuro.
Soy profesora en el siglo XXI, profesora en un siglo en el que prima lo inmediato y no se valora el esfuerzo, en la que el pragmatismo y la utilidad están por encima de la sabiduría, el “tener” por encima del “ser”.
Profesora en un siglo en el que se relativiza todo, incluso la propia realidad; en una sociedad en la que la ciencia sin límites comete abusos contra el hombre, en el que el individualismo y el pansexualismo están a la orden del día, en el que abundan las familias desestructuradas y la ausencia de los padres en las casas. Profesora en una época en la que, por desgracia en muchos casos, lo que les voy a transmitir en el colegio lo van a perder con un clic o con una serie de televisión…
Sí, soy profesora del siglo XXI y por eso no me limito a transmitir lecciones aprendidas.
Pretendo que mis alumnos busquen y quieran la verdad. Y la juventud es el momento de buscarla. Como bien decía Platón “Busca la verdad mientras eres joven, pues si no lo haces, después se te escapará de entre las manos”. Quiero construir fundamentos sólidos donde puedan arraigar sus vidas. Y soy consciente de que esa búsqueda de la verdad no se realiza comunicando exclusivamente contenidos, sino haciéndolo con comprensión y cariño.
Soy profesora, y a pesar del devenir de la historia de los siglos que nos anteceden y del que nos encontramos, tengo ilusión de responder a las inquietudes últimas y fundamentales de mis alumnos.
Soy profesora y pido perdón por la falta de pragmatismo en mis planteaminetos.
Soy profesora en todo momento, no sólo cuando explico la Revolución Francesa o Goya; es una cuestión existencial, vivencial.
Soy profesora en el siglo XXI y soy consciente de que mis alumnos reclaman mi autenticidad, más que mi saber; mi apertura a la verdad y mi capacidad de escuchar más que mi dogmatismo; mi coherencia de vida más que mis conocimientos.
Soy profesora y mi aspiración es que mis alumnos sean libres.
Pastora Valdecantos
Profesora de Historia. Colegio Orvalle