La valentía de ser uno mismo
Conseguir ser tu mejor versión requiere valentía. Para lograrlo, Sergi Molas, director de desarrollo de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, lo explica con la siguiente fórmula: I elevado a v (I^v), o a la inversa, V^I, v elevado a I. La sigla de la I hace referencia a la Inteligencia y la de la v a la valentía.
La fórmula para ser uno mismo
Dicha fórmula implica responder a tres preguntas, explica Molas:
- ¿Soy I (inteligente)?, es decir, ¿se me da bien aprender? Si lo eres, “haz algo”, “atrévete”, eleva esa inteligencia a la valentía.
- ¿Soy V (valiente)?, es decir, ¿estoy dispuesto a que pasen las cosas? Si lo eres, “aprende, infórmate, estudia”; eleva esa valentía y disposición a la inteligencia.
- ¿Soy I y V? Si lo eres, “¿a qué esperas?”. ¡Ponte manos a la obra!
El autoconocimiento, clave para ser uno mismo
Continúa Sergi Molas afirmando que ''antes de contestar estas preguntas, debes conocerte a ti mismo: saber cuáles son tus defectos y aquello en lo que puedes mejorar. Pero sobre todo, tus aptitudes, es decir, esas condiciones que te hacen especialmente idóneo para llevar a cabo una tarea''.
Y conociéndote tienes que aprender a quererte porque ''No hay, no ha habido y no habrá, en toda la historia de la humanidad, una persona como tú''. Y tan solo tras este autoconocimiento podrás contestar las tres preguntas anteriores de la fórmula para lograr ser uno mismo.
¿Qué cantero eres?
Relacionando la vida de cada uno con la de “los tres canteros”, nos podemos identificar con el que tan solo pica piedra, con el que observa cómo va la obra, o con el que está construyendo una catedral. Si quieres construir una catedral tienes que estar dispuesto a aprender a pensar, a aprender de los errores y del diálogo, y con ello acabarás teniendo pensamiento crítico.
Esta es la verdadera revolución: querer aprender porque no hay nada bueno que no cueste, que no requiera esfuerzo.
Sergi Molas, por último, destaca que aunque cada persona es única, aprendemos a pensar en equipo: si todos los I y todos los V trabajamos juntos, el rendimiento será máximo.
Artículo redactado por Marta Marina Utrilla, alumna de 2º de Bachillerato.