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La hija de la única superviviente de Auschwitz que logró que se juzgara a su responsable visita Orvalle
Prisioneros de Auschwitz (Agencia EFE)
Las alumnas de 1º de bachillerato tuvimos recientemente la oportunidad y el honor de escuchar a Patricia Weisz, hija de Violeta Friedman, que es la única superviviente de un campo de concentración que logró que se juzgará y condenara a un general nazi, León Degrella, por ello. Presidenta de la Fundación Violeta Friedman, Patrica Weisz continúa la lucha que empezó su madre contra el negacionismo.
La importancia de conocer la verdad sobre la Historia
“Si el eco de sus voces se apaga, pereceremos”. Con esta frase perteneciente al libro Mis memorias de Violeta Friedman, Patricia Weisz nos hizo conscientes de la importancia de conocer la verdad sobre la Historia, en este caso, la verdad de lo ocurrido en Auschwitz.
La noche del horror
Violeta Friedman fue discriminada por ser judía durante toda su vida, desde su infancia. A los catorce años fue llevada en un camión de ganado, al campo de concentración de Auschwitz-Birkenau.
Al llegar, Mengele, médico nazi cuyos inhumanos experimentos con prisioneros judíos y romaníes del campo de concentración de Auschwitz, le otorgaron el sobrenombre de el ángel de la muerte, separó a ella y a su hermana de sus padres y abuelos, que fueron llevados directamente a las cámaras de gas. Como nos dijo Patricia Weisz, esa fue una noche que su madre no olvidó nunca.
Violeta Friedman sobrevivió a los campos de concentración, y gracias a su esperanza, fuerza y lucha, alzó la voz de todos los que habían perecido y sobrevivido en estos. Demandó al ex-jefe de las S.S. León Degrelle, que como muchos otros, con sus declaraciones, no solo tergiversaba la historia, sino que, además, llamaba mentirosos a quienes, como Violeta Friedman, padecieron los horrores de los campos de concentración y perdieron a su familia en las cámaras de gas.
Aprendizajes en medio de dolor
A través de su hija, las alumnas de Bachillerato hemos aprendido tanto el valor de afrontar situaciones duras, cómo la esperanza de no desanimarnos ante ellas.
La esperanza que tuvo Violeta Friedman, aún estando en condiciones infrahumanas, de seguir creyendo en un mundo justo, que valorase la vida humana y protegiera sus derechos, la llevó a esa lucha para no dejar que tanta injusticia fuera olvidada y a promover así, la defensa de cada persona, sin importar cual sea su raza o religión.
Por lo tanto, también hemos aprendido que conociéndo la verdad de lo sucedido durante el Holocausto, debemos luchar contra la intolerancia y promover los derechos humanos por encima de ideologías, razas o religiones.
Es importante rechazar, por tanto, cualquier tipo de conducta que por mínima que parezca, atente contra la dignidad de los seres humanos.
Damos las gracias así a Patricia Weisze, por transmitirnos y compartir con nosotras lo que su madre aprendió y defendió, manteniendo vivo su legado. Ella logra con su testimonio que en vez de negar los grandes horrores del holocausto y olvidar a las millones de víctimas de este genocidio, las honremos formando una sociedad tolerante, de manera que se cuide y respete cada vida humana, por el simple y gran hecho de ser persona.
Ana García-Nates Martín, alumna de 1º de Bachillerato de Orvalle.