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Celebración del Centenario de D. Álvaro en Orvalle
Celebración del Centenario de D. Álvaro en Orvalle
Durante toda esta semana se ha instalado en el hall del Colegio una exposición con fotos, vídeos y reseñas sobre la vida de D. Álvaro.
La infancia de D. Álvaro
El 11 de Marzo celebramos en Orvalle con gran ilusión el centenario del cumpleaños de Don Álvaro del Portillo. Durante estos días, a los niños de Infantil se les ha contado la vida de este gran intercesor que dentro de unos meses, el 27 de Septiembre, será Beatificado.
Los alumnos han descubierto que D. Álvaro era un niño muy bueno, le gustaban los deportes, tenía muchos amigos, trabajaba muy bien y sobretodo quería muchísimo a Jesús y a la Virgen. Así D. Álvaro fue creciendo, trabajó como Ingeniero, conoció a San Josemaría y se hizo sacerdote.
Mientras escuchaban los relatos, los niños interrumpían _ Yo también tengo muchos amigos! _ A mí también me gusta el fútbol! _ Pues yo de mayor quiero ser sacerdote como él! Se daban cuenta de que fue un niño como ellos, alegre, bueno, y con una vida por delante. Seguro que algún día, de nuestros niños se podrán contar historias maravillosas porque en sus corazones quedó grabado el ejemplo de vida de “Un hombre fiel”.
Su vida en dibujos
A las alumnas de Primaria I se les ha explicado la vida de D. Álvaro y sus principales virtudes. Han realizado dibujos de lo que más les ha llamado la atención de su trayectoria y se ha escogido el mejor trabajo de cada clase. Las alumnas premiadas han recibido un libro para colorear de la vida de D. Álvaro. Con todos los dibujos se va a preparar un libro para mandarlo a Roma al prelado del Opus Dei, Mons. Javier Echevarría.
Por su parte, las alumnas de Primaria II han visto un vídeo sobre la vida de D. Álvaro. Las alumnas de 6º de Primaria prepararon una exposición y se la presentaron a sus compañeras de etapa.
Anécdotas de “un hombre fiel”
Durante la hora de formación, todas las alumnas de Secundaria y Bachillerato vieron una exposición y vídeo de la vida de D. Álvaro. Asimismo, escucharon las principales anécdotas de su vida y, posteriormente, redactaron sus impresiones:
“Me han impactado mucho las anécdotas. Me imaginaba a mí misma en esas circunstancias y, bueno… daba un poco de vergüenza. Así que, en vez de compararme con él y desanimarme, he decidido que, como él, voy a empezar a marcarme metas cada día y retos para un futuro. Además, voy a pedirle a D. Álvaro esos pequeños empujones para saltar los obstáculos que nos llevan a esas metas”. Anónimo.
