Cambiar de colegio en primaria: ¿cómo adaptarse?
Cómo adaptarse a un cambio de colegio. El paso de Infantil a Primaria es un cambio de etapa muy importante. Si además lo hacemos en un colegio nuevo, nos pueden surgir miedos o podemos estar temerosos por ver cómo se adaptarán nuestros hijos, si van a estar integrados, si se adecuarán al nivel académico, etc.
Cambiar de colegio en primaria: ¿cómo es la adaptación en Orvalle?
Hemos querido hablar con varias familias con hijas en Primaria que llevan un año o menos en Orvalle, para conocer cómo ha sido este proceso para ellos. También las profesoras que dan clase en los primeros cursos de Primaria, explican cuáles son los pasos que suelen seguir para que cada alumna se sienta una más desde el primer día.
‘‘Mira: el paso para mí, como familia nueva a Primaria, la verdad es que ha sido muy fácil y me he sentido muy acompañada. Tanto yo como mi marido y mis hijas’’
Comenta Teresa, una de las madres con las que hemos hablado
Cambiar de colegio en primaria: los compañeros
Un tema muy importante, no solo para la felicidad de la nueva familia que se incorpora, sino también para que sus hijas se sientan integradas, es la acogida de sus propias compañeras de clase.
Lucía, otra de las madres con las que hemos hablado, sus hijas se incorporaron al colegio a mitad del curso 22/23. Y como hacemos cada curso dentro de la formación de Orvalle, en esa ocasión estábamos trabajando la meta anual de la ‘‘Revolución de la caridad’’, como una oportunidad para que las alumnas trabajasen en la acogida y la apertura, siendo protagonistas y no espectadoras de su propia vida:
Lucía asegura, refiriéndose a sus hijas Rocio y Loreto:
‘‘Pues me di cuenta que no es una meta que solo se pone en un póster en la clase y ya está, sino que es una meta que las niñas viven de forma muy intensa. Mi hija nunca estaba sola, ni un solo día. Desde el primer minuto todas las niñas estaban acogiéndola, acompañándola, enseñándole el colegio, etc.
Cuando la venía a recoger, estaba siempre con un grupo enorme de niñas e incluso observé que competían de un modo sano entre ellas, para ver quién hacía una mejor acogida y quién estaba más tiempo con la niña nueva de la clase’’.
Paloma Cavero, profesora coordinadora de 1º, 2º y 3º de Primaria en Orvalle, comenta cómo cuando hay una nueva incorporación una vez se ha iniciado el curso, se les avisa de antemano a todas las alumnas de la clase donde vaya a estar. Para que sepan qué día va a incorporarse y su nombre. De esta forma se consigue que al llegar, enseguida la alumna nueva sienta el colegio como propio.
Cambiar de colegio en primaria: el profesorado
Cómo le ayuda a adaptarse la tutora
Marga Pavía, una de las profesoras que ha estado muchos años en los primeros cursos de Primaria como tutora, comenta sobre cómo adaptarse a un cambio de colegio:
‘‘No tengo unos pasos a seguir, ni un manual por escrito, ni nada que me guíe… pero en general la acogida que hacemos suele tener tres fases. Aunque todo va a depender de cómo sea la alumna: más extrovertida o más introvertida, para que ella se sienta cómoda en todo momento’’.
Primera fase tras el cambio de colegio: la incorporación
Incorporación el primer día del curso
Cuando las alumnas se incorporan en septiembre, a la vez que sus compañeras, se les facilita previamente el material escolar desde el colegio y se ayuda a los padres para que sepan dónde pueden comprar el uniforme y la equipación deportiva.
Marga apunta: ‘’Siempre le doy la bienvenida de manera personal. La saludo, le transmito la ilusión, la satisfacción de poder estar en este colegio y la suerte de tenerla en mi clase. También la elogio por lo bien uniformada que viene, le transmito tranquilidad si le falta alguna prenda del uniforme, ropa de deporte o material escolar. Luego le pregunto por el nombre de sus padres, si tiene hermanos, de qué país o colegio viene, etc. Realmente me preocupo por ella’’.
Además, continúa Paloma, profesora: ‘‘para ese momento ya estarán avisadas previamente todas las profesoras de la etapa y especialmente las que le van a dar clase. Para que cuando se encuentren con la alumna o con la familia en el colegio, se sientan especialmente acogidos’’.
El siguiente paso que hacemos es presentar a toda la clase a su nueva compañera. Contarles de dónde viene, la suerte que tienen de conocer a otra niña más que pueda ser su amiga y también repasamos en alto cuales son los sitios más importantes del colegio: el oratorio, el patio, el comedor, dónde están los baños, el gimnasio,etc.
A continuación, dos o tres compañeras le acompañan a hacer un tour por el colegio para mostrarle todos estos lugares descritos anteriormente. Cuando vuelven del tour, la nueva alumna tendrá dos o tres compañeras de su clase pendientes de ella para todo, que irán cambiando cada semana hasta que ella misma diga que lo sabe todo.
Incorporación durante el curso
Si se incorpora una alumna nueva una vez comenzado el curso, la adaptación al cambio de colegio es igual que lo descrito anteriormente, menos el recibimiento inicial del primer día de clase. Esto ocurre porque sus compañeras ya saben que va a venir, cómo se llama, le tendrán preparado su sitio en el mejor lugar de la clase, ya saben de dónde viene, por lo que le suelen preparar dibujos, escriben en la pizarra en grande ¡Bienvenida!, etc. Todo lo demás es igual.
Segunda fase: Seguimiento
Ese día y los posteriores, se le sigue especialmente por parte de la tutora y de todas las profesoras que le dan clase, para conseguir que se sienta integrada en todo momento.
Explica la profesora Marga que, ''en los recreos sus compañeras estarán especialmente pendiente de ella. A última hora del día vuelvo a clase para despedirme de las alumnas, y en ese momento aprovecho para preguntar y observar que tal ha ido el día, especialmente a la nueva compañera’’.
Tercera fase: conseguir la adaptación tras cambiar de colegio en primaria
En los siguientes días, las profesoras están especialmente pendientes de la adaptación de cada alumna y si es nueva mucho más. Además, explica Marga, ‘’Si notamos o vemos que tiene algún tipo de dificultad (social, académico, humano, espiritual), informamos siempre a su preceptora para que lo ponga en conocimiento de los padres, y la profesora en cuestión le facilita un refuerzo para que no sienta que está por detrás de sus compañeras. También solemos hablar con la preceptora para preguntarle si ha hablado con los padres y saber si está contenta, si necesita alguna cosa, etc.''
Cambiar de colegio en primaria: cómo adaptarse a nivel académico
Marta, que lleva dos años en el colegio, sigue recordando este aspecto con inmenso cariño:
‘‘En el tema de las profesoras me sorprendió cómo fueron viendo, de forma personalizada, el nivel con el que llegaba al colegio cada una de mis hijas’’.
¿Qué hacer cuando mi hija tiene menos nivel?
El cómo adaptarse a un cambio de colegio académicamente, es una de las preguntas más repetidas. A continuación, Marta cuentaa su experiencia.
‘‘En nuestro caso notamos que las niñas de Infantil de Orvalle subían con un nivel muy alto, tanto en lectoescritura, como en matemáticas y en inglés. (...) Lo que me dejó profundamente admirada fue el nivel del profesorado. Se nota que es un profesorado que tiene experiencia, que sabe de pedagogía, que sabe enseñar y que sabe ver cómo es cada niña y sacar lo mejor de cada una de ellas.
¿Cómo? Pues tratando a la niña. Por ejemplo, en el caso de mi hija Covadonga que es muy creativa, si le costaban más las matemáticas, la profesora le planteaba las matemáticas a través del juego, para que se divirtiera aprendiendo.
De hecho, –confiesa Marta– yo le mandaba refuerzos de deberes, y de hacer fichas y fichas y fichas. Y me fascinó como la profesora le mandaba a modo de refuerzo juegos para que se divirtiese con sus hermanas, cómo se adaptaba a su mejor forma de aprender para que el aprendizaje fuera realmente significativo. También le dio material didáctico: un bingo, unas regletas, todo un poco para hacer que disfrutase aprendiendo, y no se sintiese que iba por detrás del resto de la clase.
La idea era que mi hija fuese reforzando todo el tema numérico, que quizá necesitaba un poquito más de impulso respecto al resto de su clase, a través del juego. Y para ello nos dió un juego para divertirse en familia. En detalles como este también noté la importancia que le dan en Orvalle a la familia, un pilar fundamental con el que estamos encantados''.
''Lo mismo pasó con la lectoescritura. – continúa Marta– Ella traía sus deberes, yo no sabía por qué hoja iban el resto de niñas de su clase y la profesora me dijo que tenía que hacer la hoja de cada día, muy bien hecha. Y entonces eso era lo más importante, hacer esa hoja bien hecha. Encima los libros eran distintos, ya os digo, que veníamos de otro colegio, yo no sé ni por qué hoja ni cuadernillos iban las niñas de su clase. Y yo sabía que mi hija tenía confianza en sí misma, que estaba aprendiendo, que estaba avanzando, y que luego ya, a través de la perceptuación, me explicaron cómo se le estaban poniendo un poco al mismo nivel de la clase.
En el anterior colegio no utilizaban el método Jolly Phonics de la lectoescritura. Y enseguida noté cómo a través del juego y de las canciones, mejoró muchísimo el nivel de inglés de mi hija Martina.
Veníamos de un colegio bilingüe, también muy bueno, pero le costó bastante soltarse y tener seguridad en sí misma con todas esas asignaturas en inglés. Entonces, también ahí el papel del profesorado fue clave y de sus compañeras, más que de por forzarle a que participase constantemente en clase, porque primero ganase confianza en sí misma y luego ya empezase a soltarse, aunque no lo hiciese igual de bien, o sea, aunque no lo hiciese perfecto, pero que ganase confianza en sí misma.
De hecho, un ejemplo que me gustó mucho, de cómo se trabajan las virtudes en Orvalle en mitad de cualquier asignatura, es que estaba en una asignatura de inglés, tenía que hacer un trabajo, y se le premió no por haber hecho el trabajo, que no lo terminó. De hecho, no le dio tiempo, sino que se le premió por haber dicho la verdad, en un aspecto concreto, y ahí te dice un poco cuáles son las prioridades del colegio: trabajar la sinceridad, el trabajo en equipo, el compañerismo, que se ayudasen, oye, ¿no lo has terminado? ¿Y por qué?, porque has estado ayudando a una amiga, o sea, todo eso es importante y todo eso se está trabajando en las aulas de Orvalle. ¡Es una pasada!
Esa calidad del profesorado, esa calidad, saber cómo en lugar de decir, esta niña tiene no se qué dificultad y enseguida catalogar con problemas, lo que hacían era, no, esta niña hay que acompañarla en la adaptación a este colegio nuevo, que es distinto del que venía, ¿vale? Entonces en ese sentido me sentí muy acompañada, ya os digo, por las profesoras y por la preceptora’’. Termina Marta.
Cambiar de colegio en primaria: la preceptora
Alberto y Carlota empezaron en abril con varias hijas en Primaria. Para ellos el descubrimiento mayúsculo fue la preceptuación:
‘‘Otro tema importante para nosotros fue el cambio en la preceptuación. Yo como antigua alumna ya lo conocía, pero veníamos de un modelo educativo que no tenía este papel, era una tutora que cambiaba cada año. Estupenda, pero distinto.
Pues el reencontrarme con el papel de la preceptora y cómo supo que al principio, cuando llegaban las niñas al colegio necesitaban más atención porque todo era nuevo y cómo esa preceptora hizo las veces de madre también, de sacarlas de clase para escucharlas, acompañarlas, y todo desde un punto de vista del disfrute, de la alegría''.
''Y luego el trato con Dios'', –continúa Alberto. ''Cómo fueron explicando a mis hijas la importancia de ver a Jesús en el sagrario, ese cariño filial que Dios les tiene. Lo que me encantó de este colegio también, fue ver que las niñas pueden ir en los recreos al oratorio. Como esa libertad se refleja en todo.
Es decir, en el recreo puedes hacer lo que quieras, pero sobre todo si quieres ver a Jesús, más que estupendo. No lo había visto antes y me gustó mucho como ya desde pequeñitas se cultiva la vida de piedad y ese cariño a Jesús en el sagrario en las niñas.
Y luego cómo la preceptora le fue enseñando a mi hija la importancia de tenerlo en el corazón, la satisfacción de hacer el bien, y si estaba en un momento más rebelde de su vida, cómo era de gratificante hacer las cosas bien. No por la recompensa en sí, sino por lo que experimentas en tu corazón. Cómo había hecho algo bueno y Dios estaba contenta con ella, y que, por lo tanto, ella sentía satisfacción personal de haberlo hecho bien''.
Cómo adaptarse a un cambio de colegio como padres
‘‘Desde el minuto uno recibí acogida por parte de todos los matrimonios coordinadores. Desde el primer día me escribieron para darnos la bienvenida al colegio, presentarse. Desde la primera semana ya estaban invitando a mis hijas a cumpleaños para que se sintiesen integradas’’, afirma Fernando muy satisfecho.
Paloma Cavero explica cómo enseguida se facilita ese contacto entre la nueva familia y las familias de la clase. Se le pone en contacto con los matrimonios coordinadores, se les da la bienvenida, se les pregunta si necesitan algo, si quieren unirse al chat de la clase o prefieren que se les informe a parte, etc.
La capellanía del colegio también procuran tener una entrevista con la familia que se acaba de incorporar para acogerles, preguntarles cómo están, si necesitan algo, les cuentan la formación espiritual que se les ofrece desde el colegio, etc.
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