Conversar con nuestros hijos: 5 claves para el día a día
Estos primeros días de clase de la vuelta al cole , son perfectos para poner en marcha nuevas estrategias para conversar con nuestros hijos y sacar partido de sus experiencias del día a día.
¿Me tengo que preocupar si no me cuenta nada?
Os pongo en contexto. Imaginad ese momento en el que padres e hijos se reencuentran después de una larga jornada de trabajo versus un nuevo día de colegio… específicamente la primera semana del curso o del trimestre.
El padre o la madre está deseando saber todos los detalles, el minuto a minuto de lo vivido en la escuela. Mientras su imaginación se adelanta a la realidad y se recrea en historias que rozan el realismo mágico, súbitamente sus expectativas e interrogantes se estrellan contra un muro de hormigón ante una estructura de diálogo como esta:
La madre pregunta con rostro de júbilo:
–¿Hija, cómo te fue hoy en el Colegio?
A lo que el hijo contesta con una expresión de indiferencia.
–Bien…
Así sucesivamente con todas las preguntas que puedan surgir y, ante el fracaso del diálogo que más bien se torna en cuestionario, finaliza la conversación.
Conversar con nuestros hijos: la comunicación
¿Esto significa que nuestro hijo ha tenido un día tan normal o indiferente que nada le resulta lo suficientemente interesante como para contarlo? No. Muchas son las explicaciones para justificar este patrón de comunicación entre padres e hijos.
Probablemente aún son muy pequeños para preguntas tan genéricas. También puede ocurrir que hayan hecho tantas cosas que les resulte difícil centrarse en un solo aspecto, que estén muy cansados o, quizás, que estén en una etapa en la que falte confianza en la comunicación con los padres.
5 claves para conversar con nuestros hijos en el día a día
En cualquier caso, aquí tenéis cinco aspectos clave que os podrán servir de base para conversar con nuestros hijos y tener una comunicación más participativa con vuestros hijos, acerca de sus experiencias cotidianas:
1) Temas específicos y abiertos
Realizar preguntas más concretas y a la vez abiertas, que requieran una respuesta más allá del “sí” y del “no”. Por ejemplo: “¿Qué es lo que más te ha gustado hacer hoy en el colegio?” o “Cuéntame algo divertido que haya ocurrido hoy”.
2) Siempre en positivo.
Intentar generar un diálogo en positivo y sin prejuicios. En vez de preguntar “¿Hiciste algo malo o te portaste mal?”, una alternativa constructiva y que facilita la introspección sería: “De las cosas que hiciste hoy, ¿qué te hubiera gustado cambiar? ¿De qué te has sentido orgulloso o satisfecho?”
3) Las emociones importan
Profundizar en los sentimientos puede resultar muy complejo. En ese caso, en vez de tan solo preguntar “¿Estás bien?” o “¿Te pasa algo?”, un planteamiento mejor podría ser: “Cuando llegaste del colegio parecías triste, ¿me quieres contar qué pasó?”
4) Reconocer el bien en otros
La riqueza de las conversaciones va más allá de la simple obtención de datos, son oportunidades de aprender y transformar vidas. En ese sentido, hablar con nuestros hijos sobre su día, nos permite ayudarles a descubrir y reconocer las bondades de las personas que nos rodean. Para ello, nos podría valer empezar por preguntarles: “¿Alguien hizo algo muy bueno para ti hoy?”, “¿Qué has aprendido de alguno de tus compañeros?”, “Dime tres cosas buenas de tu compañero de sitio”.
5) Ser transformadoras
Por último, también es interesante enseñarles que tenemos la capacidad de cambiar las cosas, de ser mejor persona y ayudar a los demás en esta misión. Por esto, reflexiones como ‘’¿Has ayudado o te ha ayudado algún compañero hoy?” ‘‘¿Con quién hubieras podido ser más simpático hoy en clase?’’ ‘‘¿Por qué no lo fuiste?”