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Educar en libertad y responsabilidad: el error como fuente de aprendizaje
El Colegio Orvalle tiene un proyecto educativo para cada etapa e instalaciones adaptadas a los mismos. Uno de los aspectos que se desarrolla en Índicus, el proyecto educativo bilingüe para Infantil, es educar en libertad y responsabilidad, considerando el error como una fuente de aprendizaje más.
En este artículo la profesora de Infantil Carlota Martínez explica en qué consiste esto y cómo trabajarlo también en casa.
¿Qué es la libertad?
La libertad es una fuente antropológica y ética esencial en toda la educación que nos abre al mundo y nos permite la coexistencia con los demás. La familia es el ámbito originario para su consolidación. La libertad se empieza a educar desde el nacimiento, siendo uno de los objetivos principales de la educación conseguir que se hagan cargo de sus responsabilidades y que respondan de sus propias decisiones.
¿Qué es educar en libertad?
Dar oportunidades sucesivas a nuestros hijos e hijas para que aprendan a crecer en libertad en cada momento de su vida.
Qué enseña la libertad a nuestros hijos e hijas:
- Pensar
- Informarse
- Decidir
- Tomar iniciativa
- Disposición de servir
- Capacidad de elegir
- Autodominio
- Ser responsables
Todo esto sin perder de vista que la libertad implica siempre un compromiso y que debemos evitar el paternalismo posesivo, que es todo lo contrario a educar en libertad. La sobreprotección no les ayuda en absoluto ya que no permite que sean responsables. Sí tenemos que proteger a nuestros hijos e hijas, pero nunca sobreprotegerles.
¿En qué ayuda educar en libertad?
Con educar en libertad no nos referimos a dejarles hacer lo que ellos quieran, sino que hablamos de ayudarles con nuestra orientación y guía a que conozcan el camino.
Les ayudamos a pensar en distintas alternativas entre las que ellos van a poder elegir, tomando decisiones y adquiriendo un compromiso del que solamente ellos son responsables. Por ello es importante no sustituirles en esta tarea, pero que sí cuenten con nuestra ayuda para evaluar los aciertos o errores que cometan, y que les exijamos la realización de lo que han escogido.
¿Cómo educar en libertad?
Cada pequeña o gran acción que puedan hacer ellos, no la vamos a hacer nosotros, para lograr así que asuman la autonomía y responsabilidad de sus hechos. Este aprendizaje es muy valioso para ellos, y no lograrlo tiene el peligro de crear niños dependientes, con miedos e inseguridades y que pensarán que no tienen la capacidad suficiente para afrontar los problemas.
Mediante la toma de decisiones desde que son pequeños, la generación de ocasiones para que sean responsables(vestirse, desvestirse, preparar la mochila para ir al colegio, que vayan a tirar su pañal) y enseñándoles a responder ante las dificultades, les estaremos educando en libertad.
Para educar en libertad, responsabilidad
Es importante no olvidar que los padres y las madres no tenemos que asumir la responsabilidad de las acciones de nuestros hijos e hijas. De la misma forma, nuestros hijos e hijas no nos pueden culpar de sus fracasos o errores, ni atribuirnos sus responsabilidades. Deben asumir la responsabilidad de sus acciones o en el futuro harán lo mismo y atribuirán la responsabilidad de sus acciones a otros.
Un niño o una niña responsable es un niño o niña educado en libertad. Nuestro objetivo debe ser conseguir que sepan asumir nuevas responsabilidades, aunque no les guste.
El error como una fuente de aprendizaje más
Puede haber miedo al fracaso por parte del niño o la niña, o bien del adulto hacia el menor. Debemos intentar no suscitar dudas de su capacidad para realizar acciones, porque sino no se esforzará o tendrá miedo de hacer las cosas mal.
El fracaso es parte del aprendizaje y los progenitores no podemos ser una dificultad en su proceso de formación. Debemos animarles a hacer acciones, repetirles que son capaces y no evitarles el fracaso porque caeríamos en el permisivismo, la pena o la sobreprotección.
Entender el error como una fuente de aprendizaje más nos hará darles la oportunidad de equivocarse, fracasar, rectificar, etc. para ayudarles así a crecer. Cuando un niño o una niña comete un error, busca alternativas lo que favorece su creatividad e ingenio para aprender a conseguir logros de otra forma. Esto nos permite que el aprendizaje sea realmente significativo.
10 pautas para que el error sea una fuente de aprendizaje más
- Crear un ambiente sereno y de confianza, donde conozcan los límites: les aportará seguridad para no tener miedo a equivocarse.
- Enseñarles las opciones buenas, en función del estado de madurez.
- Explicarles las consecuencias que tendrá para ellos la decisión.
- Proponerle diferentes opciones para no coartar, sino guiar.
- Tratar de lograr un equilibrio: entre decidir todo por ellos y que ellos decidan todo.
- Evitar la hiperprotección o sobreprotección.
- Darles la oportunidad de explorar el medio: sino perderemos la oportunidad de que aprendan y se desarrollen.
- Valorar el esfuerzo: reconocerles cuando hagan algo bien o superen un error. Esto ayudará a reforzar su autoestima y tendrán muchas más ganas de aprender.
- Ser perseverantes: dejar de lado ese ansia por conseguir las cosas aquí y ahora. Tener paciencia.
- Luchar frente a las dificultades: la tolerancia al error hará que trabajen la frustración que se encontrarán a lo largo de su vida y les hará salir reforzados ante la dificultad.
Conclusiones para educar en libertad y responsabilidad
- No darles la solución hecha ya que les hacemos perezosos.
- Proporcionarles herramientas para invitarles a pensar.
- Ver el error como una oportunidad de superación.
- Entender al niño o la niña desde su individualidad.
- Tener claros los límites.
- No sobreproteger, sí proteger.
- Ayudar y enseñar a vencer las dificultades.
Artículo escrito por Carlota Martínez, profesora de Infantil de Orvalle.