Howard Gardner inspira el modelo metodológico de Orvalle
Howard Gardner inspira el modelo metodológico de Orvalle
Por Laura del Pozo de Magisnet, Grupo Siena (Fotos: Jorge Zorrilla)
La teoría de las inteligencias múltiples, elaborada por Howard Gardner en los años 80, establece que la inteligencia no es un bloque homogéneo en el que se agrupan diferentes capacidades, sino que está compuesto por un número indeterminado de inteligencias múltiples –él identifica ocho, aunque ésta no es una lista cerrada–.
Así, según sus palabras, la inteligencia es la “capacidad de resolver problemas o elaborar productos que sean valiosos en una o más culturas”. Con este planteamiento, Gardner no sólo arrojaba una nueva luz sobre el campo de la investigación neurológica, sino que contribuía al avance de la pedagogía. Sin embargo, hasta hace relativamente poco, la aplicación de esta teoría en la enseñanza se hacía de una forma más bien intuitiva, sobre todo en las etapas de Infantil y las primeras de Primaria.
Ahora, cada vez son más los colegios que, animados por las posibilidades que ofrece, implantan metodologías para mejorar el aprendizaje en el aula. Es el caso del Colegio Privado “Orvalle” de Madrid. Este centro femenino de Educación diferenciada, con una larga trayectoria en el sector –se fundó en 1978–, aplica desde hace un par de años, en las etapas de Infantil y Primaria, un nuevo modelo metodológico en el que se combinan inteligencias múltiples y aprendizaje por competencias. “Básicamente, consiste en abordar un mismo concepto desde las diferentes inteligencias, reforzando aquellas en las que una alumna tiene una especial capacidad”, explicaba su directora, María Turiel.
Dos buenos ejemplos
Sara María Lladó, profesora de Lengua castellana y tutora de 5º de Primaria, es una de las docentes que han implementado esta teoría en el desarrollo de sus clases. Trabajando de manera coordinada con el resto de las profesoras del centro, “especialmente la de Matemáticas”, Lladó trabaja las ocho caras de la inteligencia de todas sus alumnas a través de divertidas y variadas dinámicas. Así, en su clase los verbos se recitan o se cantan –todo dependerá de si la alumna ha desarrollado más su inteligencia lingüística o musical–, la gramática se refuerza mientras se juega a la goma –al tiempo que se trabaja la cinestésica– y la expresión oral mejora mediante exposiciones en las que las alumnas deberán desarrollar su inteligencia naturalista –observación–, matemática –análisis, deducción y conclusión–, y lingüística –capacidad de expresarse oralmente–. En cuanto a las inteligencias intra e interpersonales, éstas se refuerzan fomentando el trabajo en equipo. “Es importante que se conozcan a ellas mismas, sus capacidades y limitaciones, y que aprendan a relacionarse con el resto”, comentaba. “Como estamos en la fase inicial, nos estamos centrando en aplicar el programa de inteligencias múltiples a la atención a la diversidad, porque arroja muchas pistas para que la profesora sepa cómo atenderla”, adelantaba la tutora de Primaria.
En Educación Infantil, la implantación del programa se produce de una manera menos estructurada, “casi sin darte cuenta”, aseguraba Loreto Abad, tutora en esta etapa. Ella aúna el trabajo “por rincones” con el desarrollo de las inteligencias múltiples, para abordar conceptos únicos, como el número seis, combinando música, plástica y TIC. “Por ejemplo, hoy hemos trabajado el seis de diferentes maneras y en todas se han desarrollado varios tipos de inteligencia: siguiendo un recorrido y realizando el trazo con el movimiento –espacial e interpersonal–; realizando una serie numérica –inteligencias matemática, espacial, naturalista y lingüística–; creando el número seis con plastilina –corporal, matemática e interpersonal–; a través de actividades con la PDI –matemática, lingüística, naturalista y musical–, y cantando todos juntos la canción de los números”. Para esta tutora de Infantil, la mayor ventaja de este tipo de aprendizaje es que “te permite ver hasta dónde pueden llegar en los diferentes campos”.
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Otros proyectos
No es éste el único proyecto puesto en marcha por el Colegio “Orvalle”, María Turiel, su directora, ponía el acento en otras cuatro iniciativas con las que se refuerza la dimensión intelectual de las alumnas: bilingüismo –“en Infantil y Primaria todas las materias, salvo Lengua y Matemáticas, se imparten en inglés”–, TIC, ya que “son un elemento motivador, sobre todo para alumnos con necesidades especiales”–, deporte escolar “visto como una escuela de hábitos y virtudes”–, y la adaptación al marco europeo, “a través del cual reforzamos aspectos como el liderazgo o la investigación”.