Lucía Adam, premio al décimo mejor expediente de secundaria de la CAM.

Lucía Adam, alumna de 1º de Bachillerato, ha sido galardonada con el premio al décimo mejor expediente de secundaria de la Comunidad de Madrid, tras presentarse a los exámenes oficiales. 

Pero Lucía no se conforma con sus buenos resultados académicos, en clase intenta estar siempre disponible para sus compañeras, ayuda en casa siempre que puede, y, también, ha aprovechado el pasado curso 22/23 para hacer su segundo año del Bachillerato Americano Dual, el primero del Programa Excellence y prepararse para las pruebas de acceso al conservatorio. 

Pregunta. Enhorabuena por el reconocimiento que has obtenido, ¿Qué ha supuesto para ti?

Respuesta. En primer lugar, ¡muchas gracias!

La verdad es que no me esperaba para nada recibir el premio porque ni siquiera tenía pensado hacer el examen, ya que tenía un viaje programado justo en esa fecha. Pero como a mi prima, con quien me iba al viaje, también se le ofreció hacer el examen, nos quedamos las dos a intentarlo. Tengo que decir que, de no ser por ella, no lo hubiera hecho. 

Cuando me dieron la noticia fue una completa sorpresa y corriendo llamé a mis padres. Es con ellos con quien estoy más agradecida porque, además de animarme a intentarlo, son los que más se han esforzado por mi educación, para que pueda ir a un colegio como Orvalle y tener la mejor formación académica, personal y espiritual. Después de tantos años de esfuerzo por su parte, creo que me toca invitarles a una cenita con el dinero de mi premio… ¡que son nada menos que dos mil euros!

También agradezco muchísimo el esfuerzo de todas mis profesoras, el ánimo de mis amigas y familiares, y, por supuesto, las fuerzas y ayuda que me da Dios.

La verdad es que llevarme este premio sobre todo me ha enseñado que por intentar las cosas nada se pierde, sino todo lo contrario, y también que todo el esfuerzo invertido tiene su recompensa.

P. El pasado mes de junio también fuiste premiada por ser la alumna del colegio con el mejor expediente de Secundaria. Cuéntanos cómo logras tan buenos resultados.

R. Al ser la mayor de muchos hermanos tengo las horas de estudio muy contadas, e incluso, a veces, (aunque suene un poco irónico), me gustaría tener más tiempo para estudiar. Por eso intento exprimir las tardes de estudio al máximo y llevar las cosas al día, porque nunca puedo contar con una tarde sin imprevistos. 

Mi rutina de estudio va muy ligada a la de mi familia. Después de la merienda suelo hacer los deberes de cada día y estudiar, ya que es lo que más me cuesta. Cuando acabo, ensayo un rato el violín e intento sacar tiempo para ayudar en casa. Cenamos todos los hermanos juntos y después, tengo que salir de mi habitación porque mi hermano pequeño ya está durmiendo. Así que me toca cambiarme al salón y aprovechar los últimos momentos del día para hacer algún trabajo o apuntes con algo de música. También dejo para el final las asignaturas que más me gustan, que son las más prácticas: Física, Química y Matemáticas, y al final del día se me hacen más amenas. 

Antes de estudiar suelo rezar una oración para el estudio, para que sea provechoso para mí y además ofrecerlo por alguna intención. Me gusta ir cambiando de intenciones, aunque mis más repetidas son las almas del purgatorio y las intenciones del Sagrado Corazón de Jesús y de María.

P. ¿Cómo ha influido tu familia y el Colegio en lo que has conseguido?

R. Este año ha sido un año muy intenso y, mi familia y el colegio, no me han podido ayudar más. Además de intentar sacar las mejores notas en 4º de la ESO, he estado haciendo mi segundo año del Bachillerato Americano Dual, mi primer año del Programa Excellence y preparándome para hacer las pruebas de acceso al conservatorio. 

En el colegio a quién más tengo que agradecer es a mi preceptora, Cristina de Moya, que siempre está pendiente de mis necesidades, incluso adelantándose a ellas. Gracias a ella y a todos los profesores que me han hecho innumerables favores este curso se ha hecho mucho más ameno. 

He de decir que, aunque a veces soy un poco autosuficiente y me cuesta pedir ayuda, he aprendido que a veces hay que pararse y reconocer que necesitamos que nos echen una mano y, lo que es más importante, que desde Orvalle siempre van a estar ahí dispuestos a ayudarme, entenderme, ser tan comprensivos y ponerme las cosas más fáciles. 

Por supuesto mis padres han estado siempre ahí de una manera menos directa, aconsejándome, animándome, ayudándome y queriéndome. Al reflexionar y mirar hacia el curso pasado, cada vez me doy más cuenta de que sola no hubiera llegado a la mitad de lo que he conseguido.

P. Cuáles son tus aficiones / hobbies. ¿A qué dedicas el tiempo que no estudias? ¿Qué es lo que más te gusta hacer?

R. Cuando no estoy estudiando me gusta aprovechar y dedicarle tiempo a la música. Tocar instrumentos y componer canciones es lo que más me gusta hacer. También me gusta explorar y tratar de producir mis canciones en un pequeño estudio casero. 

En las tardes de los viernes y los fines de semana me gusta aprovechar para quedar con mis amigos, ver a mis primos, tíos y abuelas, y pasar tiempo con mi familia. Esos ratos con la gente a la que más quiero y con lo que más me gusta hacer son los que me dan las fuerzas para llevar con alegría y ánimos todo lo demás.

P. En clase ¿eres una referencia/ayuda para otras compañeras que quizás tengan menos facilidad?

R. En clase intento estar siempre disponible para quien lo necesite y cada día mejorar como compañera. A lo largo de los años he ido aprendiendo que todas las compañeras tenemos necesidades, capacidades y personalidades diferentes y, por eso, intento estar disponible y ofrecer mi ayuda a quien lo necesite de la mejor manera para ella.

Al principio esto era algo que me costaba mucho y ha habido varias cosas que me han ido ayudando a cambiar. En primer lugar, la oración y la Santa Misa, que en Orvalle tenemos la suerte de tener al Señor siempre en el oratorio y en la Misa de diario. Tratar de ver a Dios en el prójimo, y ver que todo lo que tengo es gracias a Él, me ayuda a querer más a mis compañeras, verlas como un regalo y querer ayudarlas.

En segundo lugar, rodearme de amistades que me hacen crecer como persona. Tengo la suerte de tener un grupo de amigas en el que ninguna somos perfectas y, sin embargo, todas tratamos de tirar hacia arriba unas de otras y aprender de las cualidades del resto. 

Por último, hablar las cosas con mis padres y mi preceptora, porque sé que ellos quieren más que nadie verme mejorar y crecer, saben mucho más que yo y van a saber ayudarme, decirme las cosas que no hago bien y ayudarme a mejorar. 

P. ¿A qué te gustaría dedicarte en el futuro? ¿Qué quieres estudiar y por qué? ¿Cuáles son tus metas? ¿Qué te gustaría lograr?

De mi futuro no tengo nada claro. Donde más me veo es trabajando en una empresa y siendo madre de familia. Todavía no sé lo que quiero estudiar, aunque lo he hablado mucho con mis padres y he estado investigando diferentes carreras y salidas. Lo que más me llama la atención por ahora son las empresariales, pero como todavía no tengo nada claro, me estoy esforzando al máximo para, dentro de dos años, poder acceder a la carrera que yo quiera o conseguir una buena beca. 

También quiero entrar al conservatorio y sacarme la carrera de violín, ya que no me gustaría dejar la música. Quiero seguir aprendiendo música, componiendo y compartiendo mis canciones.