En Orvalle contamos con un precioso Belén que varias promociones regalaron al colegio.
Gracias a la belleza de las figuras realizadas por el artesano José Ángel Oviedo y que con tanto mimo monta la familia Martín Parías, facilitan enormemente llevar a cabo aquello que decía San Josemaría en Amigos de Dios, 253.
''Yo te aconsejo que, en tu oración, intervengas en los pasajes del Evangelio, como un personaje más''.
Primero te imaginas la escena o el misterio, que te servirá para recogerte y meditar.
Después aplicas el entendimiento, para considerar aquel rasgo de la vida del Maestro: su Corazón enternecido, su humildad, su pureza, su cumplimiento de la Voluntad del Padre.
Luego cuéntale lo que a ti en estas cosas te suele suceder, lo que te pasa, lo que te está ocurriendo.
Permanece atento, porque quizá Él querrá indicarte algo: y surgirán esas mociones interiores, ese caer en la cuenta, esas reconvenciones.
Para nosotros, los cristianos, el misterio de la Navidad podría resumirse en una frase: “Dios-con-nosotros”. Esto es lo nuclear de la Navidad, es la gran lotería de la Navidad. De hecho, Navidad significa eso: nacimiento de la vida. El nacimiento de la Vida, Jesucristo, que nos da su propia vida.
Pon el foco en lo realmente importante redescubriendo el verdadero sentido de estas fechas.
Afirma Benedicto XVI que "para los cristianos estuvo claro desde el principio que el hablar de los ángeles es un cantar, en el que se hace presente de modo palpable todo el esplendor de la gran alegría que ellos anuncian".
Contagia a los tuyos la alegría por el Nacimiento de Jesús cantando el villancico ''Voy a Belén''.
La experiencia de los pastores nos enseña que el Señor puede venir cuando se está más cansado, o cuando se hace un trabajo menos relevante, sin brillo alguno.
Aprende de los pastores con esta meditación.
Quizás a ti también te pase que lleves semanas mirando el catálogo de juguetes junto a tu hijo, y quieres saber qué recomendarle pedir a sus majestades de Oriente. Tranquilo, estamos para ayudarte y por eso hemos elaborado una lista con 11 juguetes educativos para niños de 2 y 3 años, que vas a querer que tus hijos pidan a los reyes.
La lavandera del Belén nos recuerda la necesidad de purificar nuestra alma de los pecados, como explica el papa Francisco:
''El pecado sí que te deja impuro. El egoísmo, la soberbia, la corrupción, esas son las enfermedades del corazón de las cuales es necesario purificarse''.
Haz una buena confesión para que Jesús pueda nacer en tu alma esta Navidad.
Una amistad vale tanto como los bienes que se comparten en ella. Recuerda el valor de la amistad con este artículo y apunta el libro que recomienda para llevarlo a la práctica.
A veces es más sencillo iniciar grandes gestas fuera de casa que cruzar el umbral del propio hogar dispuesto a darlo a todo, como nos muestran las madres presentes en el Belén.
Recuerda lo importante que es amar y entregarse en la familia con este artículo.
Ser creyente consiste en beber cerveza a gusto, besar a gusto, amar a gusto, llorar a gusto. La verdadera religión nos arraiga, nos mezcla con el mundo en lugar de condenar el mundo y separarlo de nosotros, como si fuera la peste.
Igual que el alfarero moldea el barro, San Agustín decía que “Dios da forma a nuestras vidas con amor”. El papa Francisco nos anima a no dejar nunca de buscarlo y de convertirnos a su verdadero rostro, siguiendo el ejemplo de san Juan Bautista.
El niño que tira del burrico sonríe feliz. En ocasiones nos llenamos de lo material, pensando que eso es lo que nos hará felices. Los regalos de Navidad son un buen ejemplo de ello.
El cansancio del anciano se refleja en su cayado y en la mano que se apoya en un niño. También el hombre del dromedrio se percibe cansado tras un largo viaje a juzgar por la carga que lleva. Quizás nosotros también lleguemos cansados a esta época.
En este artículo nos recuerdan que la felicidad no es una hoja de servicios intachable y, por tanto, imposible, sino la humildad de volver a intentarlo cada día.
La figura del burro fue tema de meditación para san Josemaría Escrivá en muchas ocasiones:
"¡Bendita perseverancia la del borrico de noria! -Siempre al mismo paso. Siempre las mismas vueltas. -Un día y otro: todos iguales. Sin eso, no habría madurez en los frutos, ni lozanía en el huerto, ni tendría aromas el jardín. Lleva este pensamiento a tu vida interior"
Esta Navidad sumérgete en la teología del borrrico para llevar este pensamiento a tu vida interior.
San Juan recoge en su Evangelio esta parábola con la que Jesucristo explica el cariño filial de Dios por cada uno de sus hijos. Metete como un personaje más escuchando un audio de san Josemaría sobre esta escena.
Nos podemos imaginar que este personaje vendría de lejos, quizás tenía a un hijo enfermo y por eso acudió con prontitud en cuanto se enteró que había nacido el Salvador para así confiarle su problema.
Sin embargo, lo natural es huir del sufrimiento. Tendemos a encerrarnos en una burbuja hecha a medida. Pero una planta no comienza a germinar hasta que su semilla se rompe.