Parte X · Crónicas del Campo de Trabajo de 2º BACH en Lituania
El día 19 de junio, después de una mañana de voluntariado, fuimos a visitar Klaipeda, una ciudad al oeste de Lituania.
Lo primero que hicimos fue visitar el puerto, donde nos hicimos fotos, vimos partir un crucero y nos reencontramos con Luca, nuestra amiga lituana.
Desde allí nos dividimos en varios grupos: unas se fueron a comprar, otras a tomar algo y el resto decidimos adentrarnos en la ciudad para conocerla.
Descubrimos la leyenda de Klaipeda y nos dimos cuenta de que estaba llena de esculturas mágicas que conceden deseos a quien se acerque: un ratón, un deshollinador, un gato... Lo que más nos sorprendió fue encontrar un ajedrez gigante en medio de la ciudad, que estaba en perfecto estado y del que no faltaba ninguna pieza, demostrando así la gran integridad de los lituanos. Visitando el casco antiguo de la ciudad, nos encontramos unos edificios de madera del siglo XVIII de estilo alemán.
Lo que más nos llamó la atención fue un puente que comunicaba el puerto con el resto de la ciudad, y que giraba cada cierto tiempo, para que tanto barcos y peatones pudieran pasar.
Antes de llegar al autobús, pasamos por delante de un arco en el que se leía: "Esame viena tauta, viena zeme, viena Lietuva" ("Somos una nación, un territorio, una Lituania").
Aunque no tuvimos suficiente tiempo para verlo todo, disfrutamos cada momento y no dudamos de que si en algún momento volvemos a Lituania lo visitaremos de nuevo.
Al día siguiente volvimos a Palanga, la principal playa de la zona, donde a pesar del viento pudimos disfrutar de un gran partido de balón prisionero.
Marina Iguaz y Cristina Garrido