Parte XII · Crónicas del Campo de Trabajo de 2º BACH en Lituania
El día 22 de junio comenzó con un zafarrancho de orden y unas energéticas napolitanas de chocolate. Todo el mundo pensaba que era algo inalcanzable, pero sí, la habitación de 20 consiguió que el desorden brillase por su ausencia. Silvia y Mer lo corroboran.
Cuando llegó el bus nos encontramos en una situación de lo más disparatada: el maletero era demasido pequeño. Es por ello, por lo que comenzamos a hacer un tetris con las maletas encontrando la forma de que entraran en el bus. Una vez todas posicionadas, partimos hacia un lugar cuya historia pone los pelos de punta: el Monte de las Cruces.
Durante la primera invasión rusa, en la época de los Zares, un grupo de cristianos se refugió en una Iglesia, donde fueron sepultados vivos por el ejército ruso. A partir de entonces los habitantes del pueblo comenzaron a colocar cruces en aquel lugar, conmemorando a sus familiares caídos. Durante las dos siguientes invasiones, los soviéticos quitaron todas las cruces, pero por las noches el pueblo lituano las devolvía a su sitio, añadiendo más. Actualmente es un lugar de peregrinación, donde cada peregrino, al poner una nueva cruz, se compromete a cumplir la voluntad de Dios, por difícil que pueda parecer.
Tras escuchar Misa con D. Borja, hambrientas, nos dirigimos al autobús esperando disfrutar de una comida al aire libre. Pero fue entonces cuando nos vimos inmersas en un diluvio que nos obligó a comer dentro del autobús.
El viaje hacia nuestra proxima parada, el impresionante lago Bridvaišio ežeras, estuvo lleno de silencio debido al cansancio. Pero una vez allí, recuperamos los ánimos y pasamos un rato muy agradable.
Por fin llegamos al alojamiento Juan Pablo II, en Šiluva, donde pasamos una noche. Nos recibieron con una variada cena y un inolvidable testimonio. D. Pedro Pich, sacerdote español que actualmente vive en Lituania, nos contó su historia, y con ella, las experiencias de las familias lituanas a lo largo de la historia de este país. Este testimonio nos llegó a cada una de nosotras de maneras distintas.
Y tras intentar resumir un día tan completo, nos despedimos de todos vosotros con un lituano «iki rytojaus»
Patricia Sánchez, Blanca Bueno y Fátima Tarrío.