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PERDURAR EN EL TIEMPO...
El Colegio Orvalle celebra en este Curso Académico 2017-18, el 40 Aniversario de su nacimiento. Estamos de fiesta al conmemorar con profundo agradecimiento cómo el "empeño audaz y generoso" de un grupo de padres que creía en un proyecto educativo en plena sintonía con la familia, pudo iniciarlo en 1978 y hoy perdura.
En estos años, Orvalle, sin estar al margen de los cambios sociales ni de las dificultades por las que ha atravesado la familia, ha mantenido su fidelidad al proyecto inicial, enraizado en una profunda identidad cristiana, y una educación integral en plena libertad de la persona para que sea capaz de elegir siempre aquello que la hace mejor. Todo esto acompañando a cada familia y siempre en estrecha colaboración con los padres, para facilitarles la educación de sus hijos.
Toda institución que nace con un fin determinado, perdura en la historia, si procura que su visión e identidad permanezcan en el tiempo mostrándose con formas diferentes pero sin desdibujarse de tal forma que pierda aquello que la define. Por eso, en Orvalle, tanto equipos directivos, como profesoras y padres, en todos estos años han afrontado cada cambio social, educativo, generacional, económico y sin duda, de la familia, como oportunidades de madurar en ese ideal con el que soñaban esas primeras familias. La "misión" no sólo ha de permanecer sino que solo tiene sentido en cuanto se realiza en la historia de hoy y ahora a lo largo de los tiempos.
Este reto para cualquier proyecto, pero más aún si es educativo, requiere saber mirar al horizonte con visión de futuro, soñar con el papel de la persona, y sin duda, mantener un verdadero diálogo con el entorno cambiante con una sana actitud de aprendizaje para mejorar.
Nuestro contexto ha cambiado porque las personas a las que nos dirigimos, la cultura, la sensibilidad, los intereses, las motivaciones y los medios, no son los mismos. Hacer el ejercicio de otear el horizonte con una perspectiva amplia enriquece y beneficia el trabajo que realizamos. Por eso hemos de ser capaz de analizar las fortalezas pero también descubrir las debilidades que tenemos y aprender a salir al paso de las amenazas, para convertirlas en oportunidades.
Un ejemplo reciente, lo tenemos en cómo hemos salido fortalecidos del proceso económico delicado que vivimos hace pocos años, tras la fuerte crisis económica en nuestro país, el descenso de la natalidad en la sociedad y, la competencia de otras instituciones educativas. Todos reconocemos como esta situación, además de unirnos más al colegio y las familias, ha sido impulsor de un nuevo estilo de dirección más transformativo, una mejora en la comunicación del proyecto Orvalle a nuestra sociedad y una implantación de un proyecto sólido bilingüe.
La dirección transformativa en un colegio, exigido por el ambiente, supone que las personas que trabajan en la institución son agentes de cambio, al procurar dar en cada momento lo mejor de sí mismas, facilitado por el sentirse escuchadas, el ser animadas a despertar su creatividad y percibir respeto a su autonomía. En estos espacios de trabajo las opiniones se comparten, se aprende de todos, se sabe hacer autocrítica y se presta atención a la heterocrítica, analizando a todos los niveles lo que dicen de nosotros. Este planteamiento ambicioso exige no sólo un nivel de competencia técnica alto, sino también un cultivo permanente de habilidades como la comunicación, el respeto, la creatividad, la disciplina y el equilibrio.
Respecto a la comunicación, puesto que la escuela existe para trasmitir conocimientos y valores, necesita de una comunicación interna y externa bien definida. En épocas pasadas la comunicación en las instituciones educativas era algo secundario, pero hoy sin embargo nuestra sociedad nos exige salir y comunicarnos con los de nuestro ámbito, dedicar tiempo a conocer el entorno y, huir de la autorreferencialidad. Los expertos en comunicación dicen que lo que no se comunica no existe. El mundo- hoy- está en la red, internet nació y se ha quedado entre nosotros. Hoy casi todos los padres, no solicitan una entrevista, sin haber leído antes lo que se dice de nuestra institución en las redes, sin leer y conocer la página web etc. Por eso, también en Orvalle, en estos últimos años se ha dado primacía al departamento de comunicación y promoción contando con profesionales competentes. Estos profesionales nos ayudan a través de internet a llegar a otros públicos a través de campañas on-line, estrategias de marketing digital y darnos, en definitiva una visibilidad amplia del proyecto en muchos foros diferentes.
La educación bilingüe, se ha implantado en Orvalle, en respuesta a una lógica demanda de la sociedad, y hoy podemos decir que es el resultado de mucho esfuerzo y empeño por parte del equipo directivo (incorporar nativas en sintonía con la misión e identidad del colegio) y del profesorado (dedicación de mucho tiempo de estudio y estancias en el extranjero, para alcanzar las titulaciones requeridas). El deseo no es solo que nuestras alumnas hablen a la perfección el inglés, sino que el día de mañana sean mujeres formadas para trabajar en un mundo globalizado con el compromiso de servir a la sociedad.
Si echamos la vista atrás, podemos contemplar cómo a lo largo de estos 40 años Orvalle ha formado a más de dos mil alumnas que hoy están dispersas por el mundo entero, llevando seguro consigo, en parte o todo, el ideal del colegio. Hoy, los que celebramos este Aniversario, y de un modo u otro hemos formado parte de la historia de Orvalle en este tiempo, aspiramos a que permanezca como hasta ahora con su misma identidad y misión, de tal forma que las generaciones futuras puedan celebrar del mismo modo los 50, 100, 150 aniversarios.
El nivel de implicación del profesorado de Orvalle en su tarea docente es muy alto y esto quizá, es el aspecto que más ha contribuido a la consolidación de nuestro proyecto educativo. Hoy jóvenes y menos jóvenes siguen teniendo ilusión profesional y deseos de aprender para mejorar su tarea docente. Trabajan y se forman para incorporar metodologías innovadoras dónde las protagonistas del aprendizaje son las alumnas.
Termino con una cita de Henry Newman: “Vivir es cambiar y ser mejor equivale a haber cambiado muchas veces”. Ojalá en las instituciones que desean perdurar en el tiempo prevalezca este modo de trabajar siempre.
Olga García,
Subdirectora de Infantil y Primaria en el Colegio Orvalle