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 Bachillerato 

Una convivencia que superó todas nuestras expectativas

Fecha: 26/10/2023

Las alumnas de 1º Bachillerato estuvimos toda la semana pasada de convivencia, en lo que pensábamos iban a ser cinco días con un claro objetivo: orientarnos y adentrarnos en las distintas carreras universitarias. No obstante, la realidad superó a las expectativas y de esto nos dimos cuenta nada más llegar a nuestro primer destino, tras una corta parada en Burgos para visitar la Catedral: San Sebastián

Llegamos a la hora de cenar y nos sentamos todas con nuestros bocadillos en la playa. Sin darnos cuenta, acabamos todas en un gran círculo compartiendo todo tipo de anécdotas (“chisme”).  ¿Quién nos iba a decir que la profe de mates daría tan buenos consejos, y que las tutoras iban a estar como una más en nuestras conversaciones? Fue un inicio de convivencia con el que no contábamos ninguna y lo que hizo que, por primera vez, hubiese peleas en el autobús por ocupar los asientos delanteros. 

Lourdes, 24 horas de un valor incalculable

Después de dar una vuelta por San Sebastián y que las del Tecnológico visitaran Tecnum, nos fuimos a Lourdes, nuestro segundo destino. Ahí no paramos de sorprendernos empezando por el extraordinario buffet que nos ofrecía el hotel. Y ¿qué decir del Santuario? “‘¡Parece Disneyland!” dijo una nada más llegar.  Y no le faltaba razón, la joya de Lourdes cumplía nuestras expectativas con creces y lo que ahí vivimos cada una en menos de 24 horas tiene un valor incalculable. Pudimos ver a muchos enfermos bañarse con el agua de la gruta. Además, participamos en la procesión de las velas, mientras se rezaba el Rosario en varios idiomas.

Unos profesores que marcan la diferencia

Nuestro tercer y último destino fue Pamplona, que, por supuesto, no hubiera sido una visita en condiciones si no nos hubiese caído el diluvio universal. 

Visitamos la catedral de Pamplona, o bueno, mejor dicho, tour guiado nivel premium pues nuestro guía, profesora de historia del arte, por poco consigue que todas las de ciencias nos cambiáramos a humanidades. Realmente no hay palabras para expresar cómo nos transportó a aquellas épocas de las que nos iba hablando. 

Aprendimos a vivir todo un curso

Tras la visita de la catedral, no pudimos perdernos la exposición Occidens que te lleva por un recorrido a lo largo de la historia y cultura occidental, mediante distintas salas, olores y sonidos. Luego, por la tarde, pese a que la lluvia quiso impedirlo, visitamos el Castillo de Olite, ¿quién se hubiera imaginado que iba a ser tan divertido correr para no empaparnos mientras íbamos de torre a torre? El resto de la tarde lo tuvimos libre para visitar Pamplona. 

Sin darnos cuenta, porque a pesar de grandes desplazamientos en autobús el tiempo volaba, llegó el viernes y con él, el final de la convivencia. Asistimos a varias charlas en la Universidad de Navarra y fue donde tuvimos ese momento de analizar opciones de carrera y reflexionar sobre hacia dónde queremos dirigirnos. Tras comer en los comedores de la Universidad, visualizándonos como futuras universitarias, nos volvimos a montar en el bus (qué paciencia la del conductor) y nos pusimos rumbo a Madrid. 

Esta convivencia, sin lugar a dudas, ha dejado un muy buen recuerdo y nos ha enseñado, no sólo a sobrevivir, sino a aprender a vivir no solo como curso, sino como equipo y como familia. 

Inmaculada Palacios, alumna de 1º de Bachillerato.

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