El pasado viernes 26 de mayo tuvo lugar el Acto de Graduación de la XLI Promocióndel Colegio Orvalle. 

Alberto Ramírez, en representación de los padres

Tras la Santa Misa, el acto académico comenzó con la intervención de Alberto Ramírez en representación de los padres. Alberto articuló su discurso en torno a tres pensamientos: gracias, orgullo y actitud frente al futuro. En el segundo de ellos, sorprendió a los asistentes con una música épica que acompañaba una réplica adaptada a las circunstancias del discurso con el que Enrique V espoleó a las  tropas anglosajonas, desmoralizadas por su inferioridad numérica, en la batalla de San Crispín.

Querida hija,

Puedes preguntarme porque, entre los miles de colegios de Madrid, te traje a este. Sin tu saberlo, cuando intentamos matricularos no había plaza, y si una larga lista de espera. Pero la amenaza de tu padre de traeros con el uniforme y un pupitre, emblandeció a la directora de aquel momento, y por eso hoy estás aquí.

Y ahora, este es el día de tu graduación. La que sobreviva a este día y vuelva sana y salva a su casa, se izará sobre las puntas de los pies cuando se mencione esta fecha, y se crecerá por encima de sí misma al recordar este día.

La que sobreviva a este día y llegue a la vejez, cada año, en la víspera de esta fiesta, invitará a sus amigos y les dirá: «Mañana es el aniversario de mi graduación». Entonces comenzará a recordar, y, al mostrar sus conocimientos, memorias y alegrías, dirá: «Recibí todas estas cosas juntas en un solo lugar, en el colegio Orvalle».

Los ancianos olvidan, pero incluso quien lo haya olvidado todo, recordará aún las proezas que durante 15 años os han llevado hasta aquí. Y vuestros nombres serán para todos tan familiares como los nombres de sus parientes y serán recordados con alegría y reconocimiento.

Vuestras historias se recordarán en Orvalle para futuras generaciones y promociones y, desde este día hasta el fin del mundo, la fiesta de vuestra graduación nunca llegará sin que a ella vaya asociado vuestro recuerdo, el recuerdo de vuestra amistad, de vuestro gran y feliz grupo, ciencias y letras, a y b, de la promoción cuadragésimo primera, vuestra banda de locas.

Porque quien brinde esta noche en la cena su vaso con el de su compañera será su hermana; sea como sea, esta fiesta ennoblecerá su condición. Y todas aquellas que no hayan querido estudiar aquí habrán deseado hacerlo, y recordarán con tristeza cuando escuchen hablar de Orvalle, ¿por qué yo no estudié allí? Porque en Madrid hay miles de colegios, pero ninguno como este.

Felicidades. Os merecéis todo lo que está por llegar.

María Janer y Cristina Gardeazábal, en representación de las alumnas

María Janer y Cristina Gardeazábal, realizaron un discurso en representación de las alumnas, como delegadas de las dos clases:

–‘‘Quince años después de entrar por estas puertas con nuestros uniformes recién estrenados (probablemente en mucho mejor estado que ahora) hemos cambiado bastante. Hemos sido muy afortunadas y tenemos que dar muchísimas gracias, especialmente a nuestros padres que, en su día supieron elegir Orvalle para ayudarles en nuestra formación, y ahora sabemos que no han podido elegir mejor. Gracias a su sacrificio y su esfuerzo podemos estar aquí graduandos de este grandísimo colegio.

Todas estamos deseosas de empezar esta nueva etapa de nuestras vidas. Aunque, ese entusiasmo se mezcle con la pena que nos da dejar Orvalle, donde hemos sido felices y nos hemos sentido acompañadas desde el primer día. 

Orvalle ha sido nuestra segunda casa. Hemos pasado por mucho juntas,  tanto divertidísimas anécdotas y experiencias como momentos no tan buenos, agobios y desayunos en los que tomábamos café más por necesidad que por gusto. Pero una constante en todo este paso ha sido que siempre nos hemos sentido muy bien cuidadas y queridas.’’

Enhorabuena a la XLI Promoción

Tras la imposición de becas, Mónica Seitl como directora del colegio agradeció en primer lugar a todas las personas que habían hecho posible la realización del acto. También les hizo  plantearse preguntas ‘’sobre la orientación que vais a dar a vuestros talentos, sobre las prioridades en vuestra cabeza, voluntad y corazón, y sobre las personas a las que queréis amar’’. Y finalizó dándoles ‘‘la enhorabuena y  la bienvenida a este maravilloso grupo de antiguas alumnas de Orvalle’’.

Tras entonar el Gaudeamus Igitur, una cena cóctel en el jardín fue la guinda de un día entrañable. ¡Enhorabuena a todas las alumnas de la XLI Promoción!